Somos trabajadoras y trabajadores aduaneros de distintas generaciones y regiones del país, unidos por la misma convicción: defendemos la Aduana, creemos en su valor estratégico para la sociedad y reconocemos la importancia de nuestra función.

Estamos acostumbrados a pelearla solos, sin acompañamiento por parte del sindicato, y a hacer funcionar la Aduana con nuestro esfuerzo y compromiso.

Pensamos que la Aduana cumple un rol fundamental en la comunidad y que nuestro trabajo debe ser reconocido, jerarquizado y defendido. Por eso decidimos organizarnos, levantar la voz y construir una propuesta que nos represente de verdad.

Hoy vivimos una realidad alarmante. No solo debemos preservarnos de ataques externos, sino también exigir respuestas a una dirigencia que ha perdido contacto con nuestra realidad.

Queremos algo muy simple pero que hasta hoy parecía imposible, un gremio que esté a la altura de sus trabajadoras y trabajadores: que sea fuerte, transparente y federal.

Que nos defienda de verdad, que no mire para otro lado y que ponga en el centro las necesidades reales de quienes todos los días sostenemos a la Aduana.

Venimos a terminar con cuarenta años de privilegios. Tenemos lo que hace falta: compromiso, integridad y conocimiento de la realidad. Somos parte de esta Aduana, sabemos lo que implica ser aduanero, y sentimos con orgullo nuestro trabajo.

Se terminó el miedo. Empieza una nueva etapa. Somos cada vez más los que nos animamos a cambiar.

¡Ahora tenés que sumarte vos!